Adiós, queridísima Concha

He tomado 'prestada' tu foto de Twitter...

"Con ganas ya de volver a la lucha", me decías en tu último mensaje... Y seguías luchando, y has luchado hasta el final, queridísima Concha. Hasta que la maldita Parca te ha arrebatado para siempre la vitalidad que tenías, como se la arrebató a mi padre con tan sólo 63 años... Pero esta vida cruel es así y nos arrebata a los que queremos casi sin darnos cuenta.

Aquel día en Riofrío quedamos en repetir el encuentro, pero llegó tu enfermedad y, con ella, llegó tu lucha. Y ya no pudimos recuperar los recuerdos de aquella etapa en Onda Cero, cuando yo era tan sólo una becaria y tú la gran Concha García Campoy. Porque has sido grande, queridísima Concha, y lo seguirás siendo. Y, recordándote, haremos que, a pesar de la maldita Parca, tú sigas viviendo.

"Ésta ya es la definitiva", me dijiste en enero. Y yo te creí. Y lo único que no te perdono es que me hayas mentido y que te hayas marchado sin que nos tomásemos ese vinito que teníamos pendiente. Pero quizás algún día, en algún sitio, nos volvamos a encontrar... Y volveré a ver tu sonrisa, tu cara de felicidad, tu sencillez, tu elegancia, tu educación, tu sentido del humor... Y seguirás siendo la gran Concha García Campoy que aquel día me 'reencontró' por Twitter y me preguntó sobre las opciones de futuro de Lorenzo...

Adiós, queridísima Concha. Te mando un último beso que hago público a través de este humilde blog, demasiado humilde para albergar tu nombre. Adiós... o quizás debería decir hasta luego, porque quizás algún día, en algún sitio... nos volvamos a encontrar.