Grande Nadal, que ha vuelto a hacerse con una victoria en Wimbledon. Un buen presagio esta victoria del menorquín, que ganó hace dos años su primer torneo londinense. Porque ése fue también el año de nuestra Eurocopa; el año en que la Selección Española se alzó con el triunfo en Viena gracias al gol que Fernando Torres marcó frente a Alemania.
Corren buenos tiempos para el deporte español, aunque no debemos vender la piel del oso antes de cazarlo. El miércoles hay que ganarle a Alemania y, en caso de hacerlo, luego habrá que enfrentarse al ganador del duelo entre Uruguay y Holanda. No es fácil el camino hacia la final, pero hoy se ha producido una señal en Londres. Nadal ha vuelto a ser el que era y ha levantado su trofeo en Wimbledon; y los hombres de Del Bosque seguro que volverán a ser los que fueron en 2008 (ya lo están demostrando) y, por qué no, podrán levantar la copa que les dará el título de campeones del mundo. Sí, sigo pensando que PODEMOS.