No parece, a priori, muy viable que el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil pudieran unificarse para que hubiese un único cuerpo estatal de seguridad del Estado, como así lo demandan algunos sindicatos policiales y asociaciones de guardias civiles. Y no parece viable porque eso supondría, entre otras cosas, desmilitarizar a la Guardia Civil o militarizar al Cuerpo Nacional de Policía. Y, en mi opinión, cuando las cosas funcionan, mejor no meneallo. (El propio ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, destacaba, en declaraciones a la Revista ATENEA, que disponer de dos diferentes cuerpos policiales, uno de ellos con naturaleza y disciplina militar, "son todo ventajas").
Que policías y guardias civiles hacen bien su trabajo creo que está fuera de toda duda. Yo, al menos, no voy a poner el punto de mira en las labores que realizan a diario los componentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) para que todos nos sintamos un poco más seguros. Pero, ya sea unificándolos o delimitando claramente sus competencias, lo que está claro es que el Ministerio del Interior debe, por el bien de los ciudadanos, poner fin a los enfrentamientos y cruces de acusaciones que se producen entre ambos cuerpos cuando, o no tienen claras sus competencias o quieren colgarse la medalla de haber resuelto con éxito una determinada operación.
Mientras que asociaciones profesionales de la Benemérita como la Unión de Oficiales (UO) consideran que "unir a Guardia Civil y Policía Nacional supondría un grave riesgo para la democracia" porque "la existencia de dos cuerpos es una garantía ante las corruptelas y las pretensiones que pudiera tener el gobierno de turno de usar a ese único cuerpo policial con fines político", sindicatos policiales como el SUP o asociaciones de la Guardia Civil como la AUGC (Asociación Unificada de Guardias Civiles) creen que... (pinche aquí para leer el artículo de opinión completo).