"La OTAN no ha recibido ninguna petición de Turquía para desplegar misiles en la frontera con Siria". Así se lo han confirmado a ATENEA fuentes del Cuartel General de la OTAN en Bruselas. No obstante, tal y como dijo el secretario general de la organización, Anders Fogh Rasmussen, el pasado 5 de noviembre, "se tomará en consideración cualquier solicitud que haga Turquía al Consejo del Atlántico Norte" (máximo órgano decisorio de la OTAN), han asegurado las mismas fuentes.
El hecho de que una petición turca se tome en consideración en el ámbito aliado no tiene, a priori, más implicaciones que las derivadas del artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte (también conocido como Tratado de Washington, por ser Washington DC donde fue constituido en abril de 1949). Según este artículo, las naciones que forman parte de la OTAN (y entre ellas se encuentra Turquía) "se consultarán cuando, a juicio de cualquiera de ellas, la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de cualquiera de las partes fuese amenazada".
Y, consultar e informar, al menos de momento, es lo que está haciendo Turquía desde que el pasado junio uno de sus aviones de combate fuese derribado por las fuerzas antiaéreas del Ejército sirio. El régimen de Recep Tayyip Erdogan ya ha 'promovido' desde entonces dos reuniones extraordinarias de la OTAN para analizar el conflicto que tiene abierto con Siria. Una se celebró tras el derribo del avión en junio y otra en octubre, cuando Turquía respondió a los ataques sirios que se produjeron en la frontera entre ambos países.