Todos pagan un alto precio por cambiar de continente e iniciar su particular camino hacia la felicidad. Sus familias venden todo lo que tienen para pagar miles de euros a las mafias que se encargarán de traerlos hasta España. Pero hay muchos que se quedan en el camino. El precio por alcanzar la 'tierra prometida' es su propia vida.
Otros consiguen poner pie en suelo español a través de Ceuta, Melilla o, incluso, las Islas Canarias. Llegan en patera, a nado, saltando las vallas, ocultos en vehículos... todo con tal de entrar en territorio europeo. Pero, una vez que consiguen acceder a España por puntos no habilitados (es decir, por lugares que no son los puestos fronterizos), ¿qué sucede con ellos? ¿Pueden quedarse? ¿Pueden ser devueltos, o expulsados, a sus países de origen?
¿Quién vigila las fronteras? La vigilancia y la protección de las fronteras marítimas y terrestres es competencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. El Cuerpo Nacional de Policía realiza esa misión en los puntos habilitados para entrar en España (puestos fronterizos de puertos, aeropuertos o vías terrestres) y la Guardia Civil en... (seguir leyendo).