A.M. / Madrid
Una nueva estrategia para el crecimiento y el empleo será estudiada la próxima semana en Bruselas: el lunes, por la presidencia tripartita de la Unión Europea (UE) -compuesta por España, Bélgica y Hungría- y una delegación del Parlamento Europeo; el martes, por el Consejo de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin). Además, los máximos responsables económicos de la Unión abordarán, entre otros asuntos, la reforma del marco de supervisión de la UE para los servicios financieros y los Fondos de Gestión Alternativa.
También habrá reunión del Eurogrupo, con el precedente de las declaraciones del ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, quien se mostró partidario de que en casos extremos y si un país no cumple con sus compromisos dentro del mismo se vea obligado a abandonar la Unión Monetaria, aunque podría continuar siendo miembro de la Unión Europea.
Los fondos, en bancos europeos
En su reunión del martes, el Ecofin tiene previsto valorar la posibilidad de introducir normas armonizadas de la UE para entidades comprometidas en la gestión de Fondos de Gestión Alternativa y otros de inversión alternativos.
Este punto del orden del día levanta ampollas en Estados Unidos. La propuesta de Bruselas de que los inversores europeos dirijan su capital sólo a fondos registrados en Europa no está bien vista por Washington, que considera la medida discriminatoria con las firmas estadounidenses.
El comisario europeo de Mercado Interior y Servicios, Michel Barnier, ha recordado que la propuesta “responde directamente” a la decisión del grupo de los 20 países más industrializados (G-20) de poner en marcha una regulación sobre la gestión de esta clase de fondos considerados de mayor riesgo. Según Barnier, el objetivo de la medida es “reforzar la transparencia y la responsabilidad de estos actores clave en los mercados”.
Sin embargo, en Europa no existe unanimidad en esta cuestión. Alistair Darling, ministro británico de Hacienda, ya ha manifestado su deseo de que los fondos de alto riesgo autorizados por el organismo regulador de un país puedan operar en otros, simplemente con una especie de pasaporte.