De los 17 jueces que componen la Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), entre ellos el español Luis López Guerra, los magistrados de Reino Unido (Paul Mahoney) y Bosnia-Herzegovina (Faris Vehabovic) discreparon del resto en el principal argumento que esgrimió Estrasburgo para ordenar la puesta en libertad de la etarra Inés del Río.
Mahoney y Vehabovic emitieron un voto particular conjunto parcialmente discrepante (es decir, que no estaban de acuerdo con la decisión final adoptada por la Gran Sala, por apreciar errores en una parte de la argumentación de la sentencia), con el que han abierto una línea jurisprudencial (de interpretación) distinta a la reflejada por el Alto Tribunal europeo en su sentencia.
Los dos magistrados mostraron su desacuerdo con la interpretación que el TEDH hizo del artículo 7 (no hay pena sin ley) de la Convención Europea de Derechos Humanos, por el que se establece que "nadie podrá ser condenado por una acción o una omisión que, en el momento en que haya sido cometida, no constituya una infracción según el derecho nacional o internacional".
También contempla este artículo que "no podrá ser impuesta una pena más grave que la aplicable en el momento en que la infracción haya sido cometida", por lo que la Gran Sala consideró que... (seguir leyendo).