"El arte de la guerra está basado en el engaño", decía, allá por el siglo V a.C., el general chino Sun Tzu. De hecho, según Alejandro Pizarroso, profesor de Periodismo de la Universidad Complutense de Madrid, "la acción psicológica, la propaganda y el control de la información pública constituyen un factor fundamental en todo conflicto bélico". Por ello, más allá de las versiones 'oficiales' que los gobernantes ofrecen a la opinión pública, es preciso ir más allá y tratar de averiguar cuáles son los intereses ocultos que persiguen.
En el caso de Siria, las potencias occidentales están barajando la posibilidad de una intervención militar que, bajo el pretexto de proteger a la población civil de los ataques del régimen de Bashar al-Assad, esconde una serie de intereses que no se hacen públicos. ¿Cuáles son esos intereses? ¿Por qué Irán, Rusia y China se oponen? ¿Por qué Turquía y las potencias del Golfo apoyan dicha intervención? No se trata de hacer maniqueísmo, de decir quiénes son los buenos y quiénes los malos, porque, como decía el periodista polaco Ryszard Kapuscinsky, "la guerra es una tragedia humana en la que nunca gana alguien; todos pierden"; pero sí de ir un poco más allá y tratar de adivinar lo que no se dice.
Irán, el negocio del gas con Irak y Siria
Al igual que Siria, el gobierno iraní está en manos de... (seguir leyendo).
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