Un nuevo golpe de Estado ha vuelto a sacudir las entrañas del continente africano. Esta vez ha sido en la República Centroafricana, donde la coalición rebelde Séléka forzó ayer la huida del presidente del país, François Bozizé. Este hecho ha provocado que Francia, antigua potencia colonial, haya enviado este fin de semana un contingente de alrededor de 300 militares al país centroafricano, según ha informado el Ministerio de Defensa galo, a través de un comunicado.
La misión de las tropas francesas, que refuerzan a las que ya estaban desplegadas en el país en el marco de la Misión para la Consolidación de la Paz en la República Centroafricana (MICOPAX), consiste en "garantizar la seguridad de los ciudadanos galos y de otros extranjeros residentes en el país".
Los militares franceses han desplegado en la capital de la República, Bangui, lugar donde se encuentran los rebeldes de Séléka y donde un jesuita español vivió anoche unos momentos especialmente complicados. Según explica a ATENEA el jesuita Juan José Aguado, desde Oviedo, anoche fue la última vez que contactó con su compañero en la República Centroafricana y éste le relató lo que ocurrió cuando los rebeldes llegaron a Bangui... (leer artículo completo pinchando aquí).
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