Los guardias civiles Chaves y Crespo son dos de los 21 integrantes del nuevo contingente de la Benemérita que se encuentra ya en territorio afgano. El viernes pasado, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, los despidió, junto al resto de sus compañeros, en un sencillo acto que se celebró en la Dirección General de la Guardia Civil, en Madrid.
Ambos pertenecen a la Compañía de Reserva y Acción Exterior (CRAEX) que, integrada en el Grupo de Reserva y de Seguridad (GRS) nº 2 de Sevilla, es la unidad especializada de la Guardia Civil para participar en misiones internacionales. Para Chaves, la de Afganistán es ya su sexta misión (anteriormente había estado dos veces en Bosnia-Herzegovina, dos en Kosovo y una en Albania); para Crespo, sin embargo, es la primera.
Los dos afrontan sus próximos seis meses de despliegue en suelo afgano con “ilusión y optimismo”, a pesar de lo ocurrido el pasado 25 de agosto, cuando un terrorista acabó con la vida de dos compañeros suyos en la base de Qala-i-Naw; y también a pesar de que el propio titular de Interior les advirtió, durante el acto de despedida, que van a “cumplir una misión en una zona de riesgo” y que la de Afganistán “es la misión más arriesgada de todas aquellas en las que la Guardia civil ha tomado parte”.
Durante 20 días estarán en zona con los componentes del contingente anterior, al que pertenecían los dos fallecidos. “Vamos a intentar darles el máximo apoyo posible, y aprender mucho de ellos y de los posibles errores que se hayan podido cometer”, aseguran con la convicción de que, como les dijo el ministro, en Afganistán no sólo defenderán la seguridad de los Afganos, sino también “la de los países aliados, y la seguridad de España y de los españoles”.
“Ojalá hubiéramos estado allí”
Como no podía ser menos, ambos están “afectados” por la muerte del capitán José María Galera y el alférez Abraham Bravo, a los que conocían muy bien porque, según explica el agente Crespo, “tanto Chaves como yo estuvimos a punto de ir a Afganistán con ellos”. Finalmente no fue así y al preguntales si ahora piensan que les podía haber tocado a ellos y sobre la suerte que han tenido, Chaves no duda en responder: “A veces pensamos que ojalá hubiéramos estado allí, igual podíamos haber ayudado o haber apoyado al resto de los compañeros; nunca se sabe cómo le va a venir a uno la vida”.
Tras lo ocurrido, su marcha a territorio afgano supone una preocupación para sus familias. “Es normal -dice Crespo-, ellos lo pasan peor que nosotros”. Pero tanto él como el agente Chaves tienen asumido, y así lo manifiestan, que ése es su trabajo y por eso están en la CRAEX, y por eso van voluntarios a Afganistán, donde desempeñarán tareas de seguridad.
Escuchándoles hablar, las palabras de Rubalcaba durante el acto de despedida cobran más sentido: “Vuestra profesión -dijo el ministro- entraña importantes riesgos y la aceptación de esos riesgos es la característica más genuina de los guardias civiles, esa mezcla de iniciativa y disciplina, de osadía y de templanza, de sagacidad sin pérdida de la firmeza. Una vez más, los guardias civiles nos dan muestra de su entrega, su vocación de servicio y su generosidad”.
En concreto, la misión de los agentes Chaves y Crespo consistirá proteger a sus compañeros instructores, a los otros guardias civiles que, como los oficiales Galera y Bravo, impartirán clases a los futuros policías afganos. “Es mucha responsabilidad después de lo que ha pasado; siempre hay que tener cuidado, pero ahora deberemos tener los ojos más abiertos, y más en un país como Afganistán”, afirma Crespo. “Hay que estar siempre prevenidos -añade Chaves- pero nunca atemorizados”.
Misión “fundamental y prioritaria”
Durante el acto de despedida del nuevo contingente, el titular de Interior, acompañado por el director general de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Vázquez, y por toda la cúpula de la Benemérita, quiso transmitirles “el apoyo, el reconocimiento y la gratitud del Gobierno de España y de todos los españoles” ya que, según afirmó, la de Afganistán es una misión “fundamental y prioritaria, porque no podemos permitir que el extremismo violento vuelva a dominar el país y extienda su terror al resto del mundo”.
De los 21 agentes que integran el nuevo contingente, 16 se integrarán en los Equipos Operativos Policiales de Adiestramiento y Enlace (POMLT) en Qala-i-Naw, y cinco en el Centro de Formación de Mazar e Sharif. Todos ellos formarán parte, junto a otros 42 países, de la misión que la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) desarrolla en la zona desde diciembre de 2001 bajo el mandato de Naciones Unidas.
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