Desde que el ministro de Fomento, José Blanco, apuntase la posibilidad de que los militares pudieran sustituir a los controladores aéreos civiles en casos de 'bajas masivas' como las que se están produciendo en las últimas semanas, los cruces de declaraciones y críticas entre los colectivos que se verían afectados por esta decisión no ha cesado ni un instante.
Tras el anuncio de Fomento (el pasado 20 de julio), las voces se alzaron en el colectivo de controladores aéreos civiles, que argumentaba la falta de preparación de sus homólogos militares para controlar el tráfico aéreo general. Sin embargo, y a pesar de que los controladores militares necesitarían una habilitación específica para ejercer sus funciones en el ámbito civil, no sería la primera vez que efectivos de las Fuerzas Armadas controlasen el tráfico aéreo en aeropuertos civiles.
Durante seis meses (del 1 de octubre de 2009 al 31 de marzo de 2010), 70 militares, pertenecientes en su mayor parte al Ejército del Aire, estuvieron desplegados en el aeropuerto internacional de Kabul, en Afganistán. Su misión consistía en dirigir y gestionar un aeropuerto con una media de 330 movimientos aéreos diarios (alrededor de 9.000 movimientos mensuales).
Pues bien, una vez finalizada la misión española en el aeropuerto afgano, el propio jefe de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF), general Petraeus, felicitó a la ministra de Defensa, Carme Chacón, por el eficaz control del espacio aéreo llevado a cabo por los militares del Ejército del Aire. “Durante estos seis meses -aseguraba por su parte el jefe del contingente español, coronel García Servet- el aeropuerto ha operado con normalidad y seguridad”.
También desde la Base de Apoyo Avanzado (FSB) de Herat, en Afganistán, militares españoles del Ejército del Aire contribuyen al control del tráfico aéreo en la zona. Precisamente la eficacia de las funciones desarrolladas por el personal del Ejército del Aire español y de la Aeronáutica Militar italiana (control del tránsito aéreo, mantenimiento de la pista, gestión de slots -horarios de asignación de vuelos- y seguridad de vuelo) hicieron posible que en el mes de marzo pasado las estadísticas revelaran que el tráfico aéreo comercial en el aeropuerto de Herat se había duplicado con respecto al año anterior, según informaba el Ministerio de Defensa.
Y sin salir de España, en nuestro país los controladores militares llevan más de 30 años gestionando aviones civiles en aquellas dependencias militares que están abiertas al tráfico aéreo civil, según informa la Sociedad Española de Control de Tránsito Aéreo (SODECTA), la única asociación que representa a los controladores aéreos militares en España.
De hecho, los controladores de las Fuerzas Armadas (efectivos del Ejército del Aire y en ocasiones de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra) dan servicio en ocho aeropuertos de tráfico mixto: Valladolid, San Javier (Murcia), León, Salamanca, Badajoz, Zaragoza, Albacete y Torrejón de Ardoz (Madrid).
Sin embargo, desde SODECTA se admite que los controladores militares deberían recibir una formación adicional (porque asumir un puesto de trabajo en una dependencia distinta conlleva el aprendizaje de nuevos procedimientos y normativas), aunque este colectivo es el único en posesión del certificado en inglés reconocido por la autoridad civil europea en materia de navegación aérea, si bien aún se está a la espera de la concesión de la Licencia Comunitaria de Controlador de Tránsito Aéreo regulada por el Real Decreto 1516/2009.
En la actualidad hay cerca de 280 controladores militares en activo y otros 320 con el curso completado, aunque no lo ejercen.
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