"Sin unos ideales éticos

"Sin unos ideales éticos, un periódico podrá ser divertido y tener éxito, pero no sólo perderá su espléndida posibilidad de ser un servicio público, sino que correrá el riesgo de convertirse en un verdadero peligro para la comunidad".
Joseph Pulitzer

lunes, 18 de abril de 2011

Bombas de racimo: La hipocresía de todos con respecto a Libia

Aquí os paso el último análisis (más bien artículo de opinión) que he publicado en Atenea. Considero que es importante que todos reflexionemos sobre lo que ahora criticamos y antes silenciamos o, simplemente, dejamos pasar. Lo que está ocurriendo en Libia es, sin duda alguna, un hecho sobre el que hay que informar, pero me parece de una gran hipocresía que se critique, por ejemplo, que España vendió armamento que ahora está empleando Gadafi en contra de su propio pueblo. ¿Sólo España ha vendido armas al dictador libio? Reino Unido, Francia o Italia también lo hicieron en su momento.

"¿De dónde provienen los 'tanques' y los aviones con los que el régimen de Gadafi está bombardeando a los libios?", reflexionaba en voz alta a través de twitter mi buen amigo José Antonio Pérez Tapias (@japtapias). "Responsabilidades compartidas", contestaba también a través de la red social. Y es que así debe ser. Responsabilidades compartidas, no sólo de los que vendieron armas a Gadafi bajo los auspicios de la comunidad internacional; responsabilidad también la de los periodistas que mirábamos para otro lado cuando el régimen de Gadafi no respetaba los derechos humanos. Porque esa falta de respeto no es nueva, aunque ahora se vea magnificada por el terror del conflicto bélico.

Si queréis leer mi artículo de opinión, aquí os dejo el enlace.

También os dejo este otro: Tintes surrealistas empañan el conflicto de Libia.

viernes, 15 de abril de 2011

El comunicado de Al Qaeda no tiene credibilidad

Publicaba hace unos días en Atenea Digital que redes yihadistas relacionadas con Al Qaeda, en concreto la denominada Red de Desafío Islámico Atahadi, habían difundido un comunicado en el que acusaban a los servicios de inteligencia españoles y marroquíes de estar planeando atentados en las ciudades "ocupadas" de Ceuta y Melilla para culpar a los salafistas en Marruecos y "elevar" así su "cosecha de crímenes contra el islam".

Pues bien, según me comentan fuentes relacionadas con la lucha antiterrorista, comunicados como éste carecen de credibilidad para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. De hecho, me dicen que este tipo de 'mensajes' son difundidos habitualmente por estas redes yihadistas por lo que es mejor no darles, ni siquiera, la más mínima publicidad. En lo que a mí respecta, así lo haré.

viernes, 8 de abril de 2011

Algunos datos de la República Checa...

He vuelto de Praga con la sensación de que tenía el blog abandonado... Cuando lo he abierto he comprobado que no era tan sólo una sensación... ¡Es que lo tenía totalmente abandonado! Con esto del Twitter uno va contando todo lo que quiere contar en formato telegráfico y se olvida de esa página que en un momento creó con toda la ilusión del mundo para compartir inquietudes y también, por qué no decirlo, para seguir el ritmo que las nuevas tecnologías de la información y la comunicación nos están imponiendo.

Yo, lo admito, era escéptica con el tema 'Twitter'. Pensaba que me robaría tiempo de otros quehaceres y que no me aportaría demasiadas cosas... Craso error el mío. Gracias a esta estupenda herramienta (porque eso es lo que es) he conseguido importantes fuentes informativas y consigo mantenerme al día de mucha información que posteriormente investigo, contrasto, profundizo en ella...

Pero volviendo al viaje de Praga. En la capital de la República Checa he pasado unos días estupendos conociendo datos interesantes sobre el país, como por ejemplo que su crecimiento ha sido en el último año del 2,2 por ciento por lo que, según nos informaban en la Embajada española, se podría decir que este país no está en crisis.

Allí, el sueldo medio es de 1.000 euros y si hablamos de precios, todo mucho más barato que en España. Por cierto que España es el quinto país inversor en la República Checa. En total, según el agregado comercial, hay 56 empresas españolas, muchas de ellas del sector de la construcción.

Son muchos más los datos que he podido recabar estos días y que una vez que les de forma os trasladaré a través de otro post. Ahora ando liada y os tengo que dejar. Bueno, ¡al menos he actualizado un poco el blog y ya mi conciencia se queda más tranquila!

sábado, 26 de marzo de 2011

Matices: A Irak en 2003 también se fue bajo Resolución de Naciones Unidas

Las comparaciones son odiosas, pero a veces no queda más remedio que hacerlas. Aquí os dejo el artículo que publiqué el pasado lunes en el diario digital 'Atenea. Seguridad y Defensa'. Hay cosas que deben ser matizadas. Creo que tras leer este breve análisis se comprenderán mejor algunas de ellas...

Los militares españoles que fueron a Irak en 2003 también lo hicieron bajo el paraguas de la ONU

La participación militar española en el conflicto libio hace que muchos estén comparando esta situación con la que se produjo en Irak en el año 2003. El ´no a la guerra´ ha vuelto a resurgir (con posturas a favor y en contra) y lo ha hecho con fuerza en redes sociales como Twitter. Las comparaciones entre ambos conflictos se suceden y es conveniente matizar algunos aspectos que están siendo objeto de controversia. Sobre todo para que no se estigmatice a unos militares que fueron a Irak a cumplir con su misión, avalada, y esto es lo que hay que dejar claro, por las Naciones Unidas.

Sin entrar a valorar las posiciones políticas que en 2003 y ahora en 2011 han decidido respaldar las intervenciones militares españolas en Irak, entonces, o en Libia, ahora, sí hay que incidir en la idea de que el Ejército español no participó en la denominada 2ª Guerra de Irak, sino que puso pie en territorio iraquí cuando ya había caído Bagdad, la capitán iraquí. Caída que supuso el fin teórico del conflicto bélico.

Hay que distinguir, por tanto, el apoyo político que el Gobierno español dio a Estados Unidos y a Reino Unido (la célebre foto de las Azores) para participar en una guerra que no contaba con el aval de Naciones Unidas, y la misión militar española que se llevó a cabo en el denominado país de los cedros. Bagdad cayó el 9 de abril de 2003 (la imagen simbólica fue el derrumbamiento de una estatua del dictador Sadam Husein en el centro de la capital), 20 días después de que se iniciase la intervención militar liderada por Estados Unidos. En esta parte del conflicto, la guerra propiamente dicha, no hubo participación española.

Los militares españoles pusieron pie en tierra en el puerto de Um Qsar el mismo día que cayó Bagdad. Y lo hicieron en virtud de la Resolución 1472 aprobada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas el día 28 de marzo. En ella se instaba a la comunidad internacional a que prestase asistencia humanitaria inmediata al pueblo iraquí, y eso fue lo que hicieron los militares españoles, prestar ayuda humanitaria, no sólo repartiendo alimentos y medicinas entre la población civil; también prestaron asistencia sanitaria en el hospital de campaña que se instaló en la localidad de Um Qsar para atender al personal iraquí que había resultado herido como consecuencia del enfrentamiento bélico.

El contingente español, bajo el mando del contraalmirante Juan Antonio Moreno Susanna, estaba integrado por 900 efectivos de la Armada y del Ejército de Tierra, estos últimos procedentes, en su mayor parte, del Escalón Médico Avanzado de Tierra (EMAT) Centro con sede en Madrid. Los militares llegaron a territorio iraquí a bordo del buque de asalto anfibio Galicia, que actuó como hospital de campaña bajo la dirección del entonces teniente coronel Manuel Guiote Linares, a la sazón jefe del EMAT-Centro. Junto al Galicia (que estuvo 72 días prestando ayuda humanitaria) también fueron a Irak el petrolero Marqués de la Ensenada y la fragata Reina Sofía.

Posteriormente se sucedieron otros contingentes españoles (bajo la denominación de brigadas Plus Ultra) cuya misión consistió en contribuir a la estabilización y a la reconstrucción de Irak tras la caída del régimen de Sadam Husein. Y finalmente el denominado CONAPRE (Contigente de Apoyo al Repliegue), que regresó a España a finales de mayo de 2004, cuando el ya presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ordenó la retirada de las tropas españolas de Irak.